CRÓNICA SALIDA A ASTURIAS.



Un grupo de 7 optimistas partimos con muchas ganas de naturaleza y aire puro  . Estábamos preparados para el frio y la lluvia y sin tener claro si podríamos ver el bosque con los colores otoñales . Era cuestión de tiempo, debíamos esperar sólo un poco más pero estábamos impacientes . Cenamos en el hotel Alto del Sella y esa primera cena me hizo recordar las buenas costumbres asturianas .. qué platos ! Imposible pasar hambre y frío !

La mañana del viernes 1 salimos del hotel cuando todavía no se había levantado ni el cocinero . Gracias a la amabilidad del propietario , pudimos desayunar antes de que abrieran la cocina y eso nos permitió aprovechar el día al máximo .
Nos dirigimos hacia bosque Peloño en el Parque Natural de Ponga . Nada más llegar, nos sorprendió una explosión de color espectacular . Fue un momento increíble . Sabíamos que sólo era el comienzo .Iniciamos el camino por una pista forestal rodeados por un bosque de árboles autóctonos en los que destacaban las hayas que lucían sus mejores galas : maravillosos colores ocres y dorados  .
Nos desviamos para ver el roblón de Bustiello , que como su nombre indica, era un roble centenario digno de ver . Aprovechamos para seguir paseando por  el bosque y buscar otra ruta antes de regresar al aparcamiento. En un inmenso prado seguimos un indicativo hacia Víboli que tenía buena pinta . Fue una gran idea ya que tras una pequeña cuesta nos encontramos con un bonito prado sobre las montañas y unas vistas que nos permitía ver todas las montañas y valles del parque . Estábamos rodeados de vacas que nos observaban y pacían tranquilamente sin inmutarse con nuestra presencia .
 Seguimos un poco más atravesando un camino bastante embarrado y subimos un pico  desde el cual contemplamos la vista  en 180º con sol y cielo azul , un verdadero lujo . Dejamos el pico y nos dirigimos de nuevo hacia la pista forestal . Durante ese camino de vuelta, las nubes permitieron que entrasen unos rayos de sol que iluminaban las rocas calcáreas y éstas lo devolvían como si fuese un espejo .Este efecto unido a un pequeño chaparrón y viento produjo un hermoso arco iris y multitud de hojas flotando en el aire, lo que provocó que los que pasábamos por allí nos parásemos para contemplar el espectáculo .
 Cuando ya regresábamos al aparcamiento, Carmen y Hermida fueron objeto de las críticas airadas de un paisano enfadadísimo porque las vacas habían salido espantadas al verlos llegar. Maldijo a los senderistas por estar siempre por el medio.. y los pobres de Carmen y Hermida se quedaron con la boca abierta en el momento y con risas cuando todo pasó .. 

Al llegar al hotel nos tomamos una sidrina y salimos a cenar a un restaurante próximo al hotel , con ganas de una buena cena.

El sábado nos levantamos con muchas ganas y ansiosos por disfrutar de otro día . El plan inicial era subir a los lagos y desde allí realizar una ruta . Lamentablemente, no nos permitieron subir en coche  y tuvimos que dejarlo en Covadonga. Desde allí , estaba claro, no cabía otra opción : subir y subir.. y subir !
 El primer tramo fue un camino ascendente de piedra con un primer respiro cuando alcanzamos la Vega de Orandi . Nos encontramos con un riachuelo que desaparece bajo una cueva para brotar en Covadonga. Era sólo el comienzo de aproximadamente 13 km de ascenso con numerosas majadas  y dolinas ( un concepto nuevo que desconocía ). 
Cuando ya las fuerzas nos hacían flaquear ( a unos más que a otros.. ) vimos que nos seguía a muy buen ritmo un atleta asturiano que no andaba.. volaba ! Nos animó a seguir por unas rocas que implicaba un tramo más de subida. Se animó Hermida y el resto seguimos nuestro camino con una gran recompensa : la vista de los lagos desde lo alto .. y sin niebla !
 Seguimos nuestro camino hacia el lago Ercina y allí comimos en la terraza del bar encantados de disfrutar del paisaje y del tiempo : buen tiempo , sin niebla ni lluvia .. un lujo !
La jornada había sido muy dura , más de lo esperado para mi .Afortunadamente , decidí seguir la ruta y bajamos todos hacia Covadonga por el Escaleru , una bajada sin luz atravesando un pequeño tunel excavado en la roja . Al salir descendimos la colina hasta llegar a una gran explanda donde hubo explotaciones de turba y en el que pastaban unos caballos preciosos con un pelo que no era pelo, era terciopelo .
 Disfrutamos mucho del paisaje hasta llegar a un pequeño tramo de carretera  para después incorporarnos  al camino marcado . Mis valientes compañeros siguieron el camino pero yo no les acompañé y seguí por la carretera hasta Covadonga .
 Cuando llegué a Covadonga les esperé  , ya era de noche ,no llegaban y no llegaban  ...hasta que los empecé a ver desfilar .. qué alivio ! Me contaron que fue dura y tuvieron que apurar mucho pero al fin estábamos todos juntos de nuevo .  
 Esa noche dormimos como lirones . Eso sí, las jovenzuelas del grupo necesitamos estirar un poquito antes de bajar a desayunar ...pero sólo nosotras . El resto del grupo estaban como rosas !!

El domingo, después de una pequeña parada en el mercado de Cangas de Onís, nos dirigimos a O Fuciño do Porco en Viveiro . Un paseo muy bonito encima del mar pero un tramo de eucalipto que ya incomodaba .. Teníamos el listón muy alto .

Fue un viaje estupendo y con una compañía maravillosa .
Gracias a todos por vuestra hospitalidad.

Montse Freiría





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