CRÓNICA PATEADA 216



Fin de semana en O Courel





Al final, unos por las condiciones de la ruta, otros por motivos personales, quedamos solo 8 para tan gran acontecimiento.

Llegamos el viernes  todos juntos, sincronizados  telepáticamente,  al albergue de Folgoso.  Ya nos esperaba Marta que nos había encendido la chimenea.

Una vez acomodados,  el cabo furriel, que se estrenaba en el cargo,  se acuerda de que ha dejado la mantequilla y la leche a enfriar en  casa.  Rápidamente nos acercamos al  “Mercadona” de Folgoso y aunque   ya está cerrado tienen la deferencia de atender tan importante pedido. Aunque no es muy grande,  tienen,  como en varios puntos de la Galicia rural, de todo : conservas, bebidas, fertilizantes, semillas,  botas de agua, cosas muy necesarias …

Una vez solucionado el tema de intendencia  tomamos unas cervezas en el mesón “El Balcón” ya conocido de otras ocasiones. Las tapas son abundantes, aunque aprovechan para liquidar existencias perecederas y ya resecas.  La camarera  “o pair” del  mesón,  al  darle las gracias el congostreño  pesado con el  “obrigao”,   le contesta  un  poco molesta : “ no soy portuguesa, soy francesa “.

Después de la cena se organiza la famosa partida de “cabrón”,  en la que tanto empeño  ponen  algunos en destacar  y que provoca tanta euforia colectiva. La tienen que rematar antes de tiempo  al salir el coche seguridad a la pista.


Sábado día 17 : 
A las  07: 30 suena el gallo kiriko congostreño que nos acompaña a casi todas nuestras rutas de fin de semana.

El día amanece con niebla pero las estrellas brillan por encima de la  niebla. Durante la noche ha hecho frío y la lluvia del día anterior promete un bello paisaje.

Comenzamos la ruta  acompañados de 2 congostreños mas, que afortunadamente se ha unido a nosotros y que desempeñaran  un importante papel.  Conocen a Orlando y a Guillermo,  defensores a ultranza de esta  mágica tierra.  Empezamos enfrente de la vivienda del autor de la ruta,  Orlando, al que saludamos .   En este mismo lugar se  avisa de lo peligroso de la ruta.

Una congostreña parece ser que a pesar de tanto despliegue informativo  nuestro ha caído en el síndrome de la saturación  informativa, por exceso de mensajes  no se ha enterado  del nivel de exigencia de la misma. No obstante,  no se arruga,  de momento ….

La ruta transcurre inicialmente por un bello trazado, pero una vez superado el pueblo Ferreirós de Arriba sube a lo bruto, solo cuando encuentra un obstáculo se desvía de la línea recta que parece querer  trazar. El último tramo es complicado y realmente es donde radica el peligro de la ruta. Además  hay nieve y esto  añade  más dificultad. Aquí  hay que moverse con seguridad y con los todos los sentidos,  el vértice  rocoso está con nieve y además sopla viento con bastante fuerza. 

Nuestra congostreña desinformada  en este tramo  queda bloqueada sin que el que va detrás la pueda ayudar , pues no hay espacio para dos. Afortunadamente nuestro   “Coloso Montesino”,  siempre atento par a ayudar a los demás,   se da cuenta de la situación  y baja rápidamente para ayudarla a librar dicho paso tan peligroso.

Una vez alcanzado el mirador del monte dos Bois ( ¿Penaboa?) se aprovecha para recuperar fuerzas , y dejar un recuerdo fugaz de nuestro paso, un congostriño de nieve.

Seguimos cresteando, la nieve nos impide avanzar a la velocidad de crucero prevista. Nos encontramos  una perra cazadora perdida en la nieve que adoptamos temporalmente. Nos acompañará hasta el término de la ruta. La dejamos en Ferreirós de Abaixo.

Como el tiempo   es muy justo , dejamos la ruta prevista e improvisamos otra y nueva, no subimos al Formigueiros y bajamos hasta la “Fonte do Cervo”. Seguimos  hasta el mirador  de Polín, ya dentro de la ruta prevista inicialmente. 

Desde allí, camino de Ferreirós de Arriba, es cuando nuestro guía , en contacto con Orlando,  introduce una variante que apenas es conocida. Una bajada “especial” que nos comunicará directamente con Ferreirós de Abaixo sin necesidad de ir por pistas hasta Ferreirós de Arriba. Una gozada,  un tramo bellísimo que enlaza con el camino real que une Ferreirós de Abaixo con Seoane. Solo que algunos pasos son técnicos  y nuestra congostreña  con miedo  a las rutas aéreas debió maldecir. En menos de lo que canta un gallo se produce  una metamorfosis y se convirtió en la “mujer lapa “ pasando con la misma rapidez a  la “mujer reptil”,  no había forma de hacerla soltar las manos de  las rocas  ni que levanta un poco las posaderas del  suelo. Sus pantalones dan muestra de ello.  Gracias a la gran ayuda física y psicológica de nuestro guía que la llevó de palmitas consiguió superar la prueba.

Cenamos en Paderne, dándonos un homenaje a las alturas de tan importante ruta. Embutido variado, caldo, jabalí con castañas, postres, café y de regalo unos chupitos anti “esponjillas”, parece ser que eran para evitar aumentar el índice alcohólico de los comensales.

Esta noche no hay partida, todos andan cansados, hasta el gallo kiriko, que se  ve sorprendido por una  congostreña  ansiosa por levantarse  y  que  nos roba 2 minutos de plácido descanso.. 


Domingo  18 :

El domingo amanece con buen tiempo, aunque más frío,  apenas queda huella de la nieve, solo en las partes altas de las montañas.

En el pequeño bosque que  crece  alrededor del  regato de “ A Rogueira”, último reducto de los importantes bosques que cubrieron gran parte de Galicia,   de  gran biodiversidad  botánica :  hayas, abedules, tejos, serbal del cazador,  acebos, avellanos, robles, encinas, quejigos, fresnos, castaños,  y variedad de plantas,   como arándanos, orquídeas, menta, tomillo,   etc,  fruto de la confluencia de climas,  la eurosiberiana atlántica y la mediterránea, viven gran variedad de animales : zorros, corzos,  lobos,  jabalíes, ginetas, tejones, liebres, conejos, ardillas, martas, armiños, perdices y búhos,  etc. . En esta selva de árboles y arbustos tienen su refugio y medio de vida.

 Hoy sin embargo su  tranquilidad se ha visto quebrantada por los  alborozos de   12 visitantes , los 8 congostreños  y 4 nuevos venidos de las tierras de Lucus Augusti, que  penetran dentro del bosque realizando una disección del mismo, de norte a sur, hasta la “fonte do Cervo”.  No logran encontrar rastro de tan variada fauna, solo las marcas de algún corzo que el frío de la noche ha dejado grabado en la nieve, así como la de algún canino ( perro o lobo ¿) que debió seguir su rastro.

 Una vez llegado hasta el punto del día anterior realizan una disección lateral de la “Devesa”  que tantas veces se ha recorrido y no por ello no dejan de sorprender. Los restos de nieve hacen resaltar los frutos rojos de los serbales  desnudos de hojas. Uno de los congostreños no deja de repetir  el valor de dicho bosque, así de llamar la atención de una congostreña que no había visitado el bosque . 

Bajan desde alto del Couto hacia la aldea abandonada de Moreda  Mayor terminando lo que parece ser un circo romano, contemplando toda la extensión del bosque, apena s 200 hectáreas,  pero de incalculable valor ecológico. Sería una pena que los esfuerzos de los defensores  de estas  tierras  que luchan contra el intento de aprovechamiento irracional del Caurel   quedara en nada.

Para rematar la mañana se acercan hasta Seoane  para comer algo. En el establecimiento  que han encargado los bocatas,  la cocinera,  que no suele tener tanta avalancha de clientes  hambrientos y sedientos,  se lo toma con calma y se encierra en la cocina, mientras un señor en la barra saborea un cubata.

Va  trayendo los enormes bocadillos uno a uno y es necesario que cuando ya va por el quinto bocata,  un congostreño  sediento,  se acerque hasta la cocina y le reclame la bebida. Otro más precavido ha ido al coche a buscar la que traía él. Entonces la cocinera,  mujer de carácter,  llama al del cubata, que es su marido y lo pone a currar, este va poniendo las cervezas que le pedimos de forma fácil :  una con gaseosa, otra con poca gaseosa, otra con más cerveza que gaseosa, otra de botella, mejor si es 1900, a mí una caña,  .. chupao  para el camarero. La  mujer, como  sabe quien tiene en casa,  rápidamente sale a tomar nota bajo la excusa de que su marido no se acuerda después de lo que puso.  

Después de saborear y dar cuenta de los bocadillos. Aprovechan para acabar con las existencias de miel. A la pregunta de un congostreño  por saber  de qué  es la miel, la cocinera le responde  “ de abejas " , al intentar saber de que tipo de flor, ella responde que de todas.

Se despiden animosamente.  El fin de semana ha sido grandioso. El tiempo y el paisaje ha inundado de buenas vibraciones al grupo.






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