CRÓNICA PATEADA 258




Otra vez me llaman de la ETT para narrar la salida de Congostra. Como el tío de la ETT cuando leyó mi anterior crónica me armo un pollo de la ostia, así que me hice un curso CCC y quien sabe,  a lo mejor me labro mi futuro,  pues parece que la baja del cronista va para rato.

Me tengo que pegar un madrugón de la leche y encima el tiempo  estaba un poco chungo.

Me reuno con la  peña en el área de descanso de la idem de Corneira, aunque casi nadie se ha enterao donde estaba y aparcan en un ancho de la carretera  que confunden con dicha área.

Son 21 en esta ocasión, parece que va perdiendo fuerza los propositos del año nuevo, y que el núcleo duro de la peña se esta resintiendo con mas bajas temporales.  Al cronista oficial convertido ahora en pirata ( por lo de la pata de yeso), se ha unido ahora la mas veterana del grupo que ha sufrido un accidente,  gracias al buen estado de las aceras de Vigo que según su alcalde son mejores que las de Río de Janeiro, Tokyo, New York, Londres, etc  y que le ha provocado una rotura de radio que le obliga reposar por una temporada, ello tiene daños colaterales y  no permite a su compañero sentimental tampoco acudir.

Nos dirigimos hacia los molinos de Veronza. El camino discurre por una zona de bosque autóctono  que en partes  ardió y deja un paisaje desangelado.   Cerca  de los molinos la senda  está bastante húmeda y provoca algún susto al cruzar  el puente de madera. Pero es la pateadora mas dulce la que vuelve a repetir una nueva destreza que ha adquirido recientemente, lanzarse al suelo de forma aparatosa. Afortunamente no sufrió ningún daño
de gravedad.

La ruta transcurre muy relajada, tanto  es así que algunos se quedan muy rezagados, entre ellos  el guía de las anteriores salidas que hoy disfruta en la retaguardia hablando  con el primer rezagado que coge por banda yse olvida de todo.   Otro senderista  que ve que han dejado bastante distancia les  quiere gastar una broma  y en un cruce les  pone una flecha sobre el suelo indicando la dirección contraria, pero  su olfato de guerrillero de las COES le  hace  desconfiar y comprueba en su gps cual es el correcto.

Comemos cerca de Carballeda, como la lluvia ha hecho su aparición tratamos de refugiarnos debajo de alguna construcción abandonada, pero un vecino muy generoso nos facilita un local con mesa  y sillas para todos. El local peternecía al maestro del pueblo,  ahora recovertido en local social,  que aún tenía  botellas  de bebidas de alguna reunión anterior y que dado el contenido se entiende, licor de bellota.

Cerramos círculo de la ruta con la mirada puesta en la roca casi vertical que destaca sobre el monte, Peña Corneira, pero para llegar hasta el lugar hay que pasar junto a los coches, y como ahora llueve y la tarde esta un poco desapasible  todo el mundo se apresura a meterse en su vehículo,  con lo que el guía, viendo que las rocas van estar resbaladizas y peligrosas para subir,  lo deja para mejor ocasión.

Nos anotamos a tomar mejor una cervezas reparadora como es la costumbre. Nos acercamos hasta Carballeda y allí encontramos un bar con zona interior tipo almacen  habilitada  de forma  espartana  emergencias,   pero dispone de conexión directa con el bar, para ello tiene una bocina de coche de época para llamar al camarero por si necesitas algo. Cómo no sabíamos de su uso uno del grupo la tocó a modo de gracia y enseguida apareció el señor preguntando que mas queriamos. Resuelto el entuerto el que toco la bocina quedó asombrado del buen oido que tenía  el señor, lo que es ser un profesional.

Y sin más que contar me largo,  que me espera mi churri que tiene un mosqueo y no se cree lo de este curre.

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